Fuente: Las Últimas Noticias - Paulina Andrade.
Las veredas de Pío Nono ya no son un desastre como hace meses. Ahora lucen anchas, con asientos y jardineras, iluminadas y hasta con una vía para ciegos. Una franja de baldosas negras con relieves de barras y círculos guían hacia el cerro San Cristóbal y hasta previenen de cruces de calles y salidas de vehículos. Pero, como estamos en Chile, no podía ser tan maravilloso: el camino fue puesto justo donde pubs y restaurantes instalan sus mesas.
“No teníamos idea de que hay una vía en Pío Nono. ¿Y para qué? Si ahí no pasan ciegos”, comenta el invidente Carlos Marconi, quien vende antenas y esponjas en el Paseo Ahumada. “La gente decide entre cuatro paredes qué nos conviene, qué nos gusta y qué necesitamos”, agrega. Adelina Soza, también ciega, opina que “si hubiera vías desde los paraderos hacia los edificios públicos sería una ayuda”. Paula Oñate propone que mejor “deberían sacar los obstáculos de Ahumada”, y muestra sus piernas con rasguños y moretones por sus choques con cuanta valla hay en el Paseo. A los locatarios de Pío Nono, quienes pagan una patente de quitasoles entre 50 mil y 158 mil pesos, también les resulta incomprensible que la vía para ciegos pase por sus lugares de atención. “Nosotros tenemos permiso para poner nuestras mesas”, dice Verónica Wenzel, dueña del “Romano’s”.Verónica agrega que “los ciegos nunca andan por el medio de la vereda, sino que por el lado de la pared para ir tocando”.Myriam Salas, administradora del “Camino al cerro”, dice que raramente se ven ciegos por el sector. Las obras están a cargo de las municipalidades de Providencia y Recoleta y del Ministerio de Vivienda. “Este un proyecto de mejoramiento integral de Pío Nono, por lo tanto, la idea era ampliar las zonas de tránsito peatonal”, dice Andrés Silva, director del Serviu. -¿Y por qué la vía para ciegos entre las mesas? -Vamos a tener que revisar las obras con el funcionamiento. Y si hay que hacer alguna modificación, tenemos absoluta disposición.
“No teníamos idea de que hay una vía en Pío Nono. ¿Y para qué? Si ahí no pasan ciegos”, comenta el invidente Carlos Marconi, quien vende antenas y esponjas en el Paseo Ahumada. “La gente decide entre cuatro paredes qué nos conviene, qué nos gusta y qué necesitamos”, agrega. Adelina Soza, también ciega, opina que “si hubiera vías desde los paraderos hacia los edificios públicos sería una ayuda”. Paula Oñate propone que mejor “deberían sacar los obstáculos de Ahumada”, y muestra sus piernas con rasguños y moretones por sus choques con cuanta valla hay en el Paseo. A los locatarios de Pío Nono, quienes pagan una patente de quitasoles entre 50 mil y 158 mil pesos, también les resulta incomprensible que la vía para ciegos pase por sus lugares de atención. “Nosotros tenemos permiso para poner nuestras mesas”, dice Verónica Wenzel, dueña del “Romano’s”.Verónica agrega que “los ciegos nunca andan por el medio de la vereda, sino que por el lado de la pared para ir tocando”.Myriam Salas, administradora del “Camino al cerro”, dice que raramente se ven ciegos por el sector. Las obras están a cargo de las municipalidades de Providencia y Recoleta y del Ministerio de Vivienda. “Este un proyecto de mejoramiento integral de Pío Nono, por lo tanto, la idea era ampliar las zonas de tránsito peatonal”, dice Andrés Silva, director del Serviu. -¿Y por qué la vía para ciegos entre las mesas? -Vamos a tener que revisar las obras con el funcionamiento. Y si hay que hacer alguna modificación, tenemos absoluta disposición.
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario